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martes, 11 de febrero de 2014

Bocadillo para un día lluvioso


BOCADILLO PARA UN DÍA LLUVIOSO


No es normal que en esta tierra en la que vivo llueva tanto. Extremadura es más una tierra de ocres que de verdes, pero tendremos que aprovechar esta exuberancia de agua y colores a las que no estamos acostumbrados para regalarnos la vista, el olfato y en general todos nuestros sentidos, para cuando vengan los 40º y se alargue tanto el verano que no nos podamos creer que vuelvan a llegar el frío y la humedad.
Borregos en la Dehesa
Cultivos y al fondo la Sierra de Alange



Rio Guadiana

Yo he aprovechado este día, para sentarme tranquilamente con una taza de te, escuchando unas sonatas de Beethoven, para escribir esta primera entrada, largamente demorada. Creo que es un buen día para hacer unos panecillos rústicos y, como no, untarlos con un buen tomate natural de la cosecha de la huerta veraniega, y rellenarlos luego de un buen jamón... buff...esto nubla los sentidos. 
Pero vamos paso a paso, y lo primero es hacer los panecillos. Para ello vamos a utilizar el método directo es decir, vamos a amasar todos nuestro ingredientes, cuando tengamos lista la masa la dejamos reposar sobre la tabla unos 15 minutos, le damos forma, la dejamos leudar y horneamos. Pero como dije antes, vamos a ir paso a paso. Los ingredientes que vamos a utilizar son los siguientes:

500 Gr de harina de trigo
5 Gr de levadura fresca
10 Gr de sal
Unos 300 Ml de agua

Yo suelo añadir unos 150 gr de masa madre, por lo que luego se vería reducido el aporte de agua, al ser esta bastante líquida. De todas formas, para mi siempre es un problema cuando anoto las recetas indicar la cantidad exacta de líquido, porque depende mucho de la  harina e incluso dentro del mismo tipo, va a influir la variedad y hasta la cosecha. Unas tienen más capacidad que otras para absorber líquidos. Pero bueno, aproximadamente será la cantidad que he puesto arriba, dependiendo de si usamos masa madre o no. Lo ideal es no añadir todo de golpe, para poder ver como va actuando el amasado.
Mezclamos todo menos la sal, ya que aunque su contacto directo con la levadura no anula su actividad, si es verdad que la retarda. Por eso a mi me gusta añadirla al final del amasado. Tenemos que conseguir una masa lisa y manejable, no demasiado seca pero que se despegue bien de las manos. Cuando la tengamos lista, la cortamos en varias porciones de unos 110-120 gr y dejamos reposar unos 10-15 minutos cubiertas con un  paño húmedo. Luego formamos los panecillos según nuestro gusto: redondos o alargados. Yo los he hecho con forma de barrita. Aplano la masa con las manos y luego le voy dando forma de rulo, sellando bien los bordes para que no se abran al cocerse. Una vez formadas las barritas, las dejamos fermentar sobre un paño de lino enharinado.
Precalentamos el horno a 240ºC, y para crear la humedad que el pan va a necesitar  al principio del horneado para formarse correctamente, introducimos un bol con piedras volcánicas al que añadiremos agua hirviendo cuando vayamos a introducir nuestros panecillos. Con eso conseguimos un golpe de vapor rápido y contundente. Esto se puede sustituir por un bol de agua, en el que introduciremos un paño para crear vapor. 
Ponemos los panecillos con mucho cuidado sobre la piedra o la placa del horno y bajamos la temperatura del mismo a 200ºC. Este es el momento en el que debemos cubrir con agua hirviendo las piedras volcánicas, pero ¡ojo! no debemos olvidarnos de sacar el bol en unos 10 minutos, ya que si no lo hacemos nuestros panes se quedarían con una corteza demasiado blanda, sobre todo por los laterales, debido a un exceso de humedad. La misma indicación sirve si utilizamos un bol con agua, hay que retirarlo.
Cuando veamos que los panecillos están dorados, que será sobre 15 o 20 minutos después, y cuando comprobemos que al golpearlos por debajo con los dedos suena a hueco, los sacamos del horno y los dejamos reposar sobre una rejilla.

Panecillos recién sacados del horno



Detalle del greñado y corteza
Con una cervecita, lo ideal

Greñado









Para finalizar, como dije al principio, yo los he untado con tomate y aceite de oliva y lo he cubierto todo con mucho, mucho jamón. Espero que los disfrutéis tanto como lo he hecho yo.

Con jamón está riquísimo, pero vale cualquier cosa

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